Acer está en el centro de la polémica desde este fin de semana. La compañía ha sido pillada in situ y con las manos en la masa vendiendo equipos y periféricos a Rusia tras declarar públicamente que se adhería estrictamente a las leyes reguladoras para el comercio internacional. Es decir, no haría lo que ha hecho y se retiraba de Rusia tras las sanciones impuestas. El problema es que Acer acaba de poner en el punto de mira a un país neutral como es Suiza, y desde la Unión europea y EE.UU. no están nada contentos con la jugada y la situación que se ha visto filtrada. ¿Por qué Acer se saltó las sanciones a Rusia?
Acer, como todas las compañías occidentales, se retiró de Rusia, o eso pensábamos. La realidad parece ser otra bastante distinta y pese a que ya sabemos que el mercado negro y gris está funcionándoles a los rusos gracias a ciertos aliados, eso es muy distinto al hecho de que una empresa no cumpla con lo pactado y meta a un tercer país en medio.Acer vendió 70,4 millones de dólares en productos para PC en Rusia
Las fechas del informe son bastante claras y hay pruebas suficientes para lanzar la acusación. Desde el 8 de abril de 2022 hasta el 31 de marzo de 2023 la compañía vendió dicha cifra a Rusia tras declarar ese mismo 8 de abril lo siguiente:
"Acer se adhiere estrictamente a las leyes y regulaciones de comercio internacional aplicables y está monitoreando de cerca el conflicto entre Rusia y Ucrania. Debido a los acontecimientos recientes, Acer ha decidido suspender su negocio en Rusia"
Reuters desvelaba y confirmaba en el fin de semana que Acer había vendido una cantidad limitada de pantallas y accesorios de uso civil en Rusia, y además, también suministró portátiles. Esto ocurrió tras las declaraciones de dicho 8 de abril, es decir, no salió del país como tal, sino que siguió con sus ventas a un menor ritmo. De hecho, desde Acer Rusia afirman que todo sigue igual y que los productos llegan sin problemas.
Un rodeo en el mapa que mete a Suiza en un problema con la Unión europea y EEUU.
Aquí todo se complica, puesto que después de negar la evidencia de las pruebas que aportó Reuters, Acer dijo que hizo algunas ventas a Rusia después de abril de 2022 "mientras se aseguraba el cumplimiento de las sanciones internacionales". Estas declaraciones son todavía más complejas de digerir, pues vienen desde Acer Taiwán. La historia se retuerce un poco más.
Desde Taiwán tenían conocimiento de lo que se estaba haciendo, de toda la jugada que se había preparado para ganar cuota de mercado de manera deshonesta a HP y Dell, cuando antes Acer estaba por detrás de estos, aprovechándose de la situación con Rusia. Acer, al ser taiwanesa, no tenía la aprobación de su gobierno para esto, por eso el gobierno taiwanés considera que al haber sido fuera de sus fronteras no violaron las sanciones contra Rusia.
Y es que la información filtrada revela que los envíos estaban saliendo desde Suiza, en concreto desde una subsidiaria en propiedad de Acer. Suiza, un país neutral que, curiosamente, también se puso del lado occidental con las sanciones. El problema es que Acer aprovechó la coyuntura de la situación y movió su hardware y periféricos, así como los portátiles, desde dicho país hasta el 16 de diciembre de 2022.
En Taiwán afirman que no tienen registro alguno de todos estos hechos, pero en cambio, eran conscientes por las declaraciones vertidas. Lo que no se sabe es cuándo fueron conscientes de ello. Además, el Ministerio de economía de Taiwán afirma que si esto se confirma oficialmente por el resto de gobiernos, Acer habría violado flagrantemente las sanciones contra Rusia.
Por tanto, Suiza y Taiwán están en medio de una confrontación con la Unión europea y EEUU, las cuales están muy molestas porque si ya les cuesta controlar los mercados oscuros, un hecho como este es un quiebre muy grave de un tratado que nadie obligó a firmar y que no se ha respetado. ¿Cómo terminará la historia?
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