La administración de Joe Biden permitirá que Samsung y TSMC mejoren sus capacidades en China sin repercusiones en EE.UU.
En los últimos meses, Estados Unidos se ha volcado de lleno con la guerra abierta que existe en la industria de los chips. Por ello, la región norteamericana ha llevado a cabo distintos movimientos con la intención de aumentar su poder en dicho sector. No obstante, algunas medidas de China y el último movimiento de TSMC, la filial taiwanesa que alberga la mayoría de ventas de semiconductores del mundo, han jugado una mala pasada a los intereses de Estados Unidos. Y, por ello, la administración de Biden ha decidido dar luz verde a una situación inesperada.Así, como indica el portal PC Gamer, Estados Unidos está dispuesto a ampliar las actuales restricciones en lo que a fabricantes de chips se refiere. Hasta ahora, el país norteamericano no veía con buenos ojos que operaran en el país norteamericano firmas como Samsung o TSMC que contaban con fábricas en China. Sin embargo, dicha situación ha cambiado al anunciarse la nueva intención del país norteamericano: no poner trabas a las compañías que quieran mejorar su capacidad a través de sus negocios en China.
Un movimiento inesperado de la administración de Biden
Aunque la medida ha cogido a muchos por sorpresa, existen antecedentes que apuntaban a esta posible realidad. En octubre, tanto TSMC como Samsung obtuvieron exenciones que les ayudaron a limitar los efectos de la política de control sobre sus empresas, una situación que presumiblemente finalizaba en octubre de 2023. No obstante, los informes indican que estas se prorrogarán y permitirán tanto a la compañía taiwanesa como a la surcoreana seguir mejorando su capacidad. Y, como señala también PC Gamer, no está claro si esta medida afectará a otras empresas.
De esta forma, la industria de los chips firma un nuevo capítulo en su particular historia reciente. Hace escasos días, Mark Liu, CEO de TSMC, declaró que los trabajadores de su fábrica norteamericana tenían más ambición por el dinero que por la satisfacción de trabajar. Y, apenas unas horas después, se reveló que Estados Unidos sufrió un pequeño percance a la hora de construir la mega fábrica de Intel en Alemania, una inversión que estaba a punto de convertirse en la más grande de la historia reciente del país europeo.
Un movimiento inesperado de la administración de Biden
Aunque la medida ha cogido a muchos por sorpresa, existen antecedentes que apuntaban a esta posible realidad. En octubre, tanto TSMC como Samsung obtuvieron exenciones que les ayudaron a limitar los efectos de la política de control sobre sus empresas, una situación que presumiblemente finalizaba en octubre de 2023. No obstante, los informes indican que estas se prorrogarán y permitirán tanto a la compañía taiwanesa como a la surcoreana seguir mejorando su capacidad. Y, como señala también PC Gamer, no está claro si esta medida afectará a otras empresas.
De esta forma, la industria de los chips firma un nuevo capítulo en su particular historia reciente. Hace escasos días, Mark Liu, CEO de TSMC, declaró que los trabajadores de su fábrica norteamericana tenían más ambición por el dinero que por la satisfacción de trabajar. Y, apenas unas horas después, se reveló que Estados Unidos sufrió un pequeño percance a la hora de construir la mega fábrica de Intel en Alemania, una inversión que estaba a punto de convertirse en la más grande de la historia reciente del país europeo.
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