“Por supuesto que estamos monitoreando de cerca lo que está haciendo Rusia. Hasta ahora, no hemos visto ningún cambio en la postura nuclear que requiera un cambio en nuestra postura”, declaró Jens Stoltenberg antes de presidir una reunión de ministros de Defensa de la OTAN en la sede de la alianza en Bruselas.
En entrevista con la televisora estatal el martes, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko advirtió en tono bravucón que no vacilaría en usar armas nucleares si Bielorrusia enfrenta un acto de agresión. El presidente ruso Vladimir Putin ha dicho que las armas serán instaladas en Bielorrusia el mes entrante y que permanecerán bajo control exclusivo de Moscú.
El hermético grupo de planificación nuclear de la OTAN tiene programado reunirse el viernes. La sesión había sido programada desde antes y no es en reacción a acontecimientos recientes, pero la alianza está consternada por las amenazas de Putin y su decisión de retirar a Rusia de importantes tratados nucleares.
“La retórica y el discurso nuclear de Rusia son irresponsables y peligrosos”, expresó Stoltenberg. “Rusia debe saber que una guerra nuclear no se puede ganar y no debe ser librada”. Destacó que “Rusia ha invertido cuantiosamente en nuevas armas nucleares y ha instalado más armas nucleares, incluso cerca a las fronteras de la OTAN, por ejemplo, en el norte”.
Poco tiempo atrás, Putin anunció la insalación de armas nucleares de corto alcance en Bielorrusia en una medida interpretada como una advertencia a Occidente en medio del respaldo militar occidental a Ucrania. Rusia además está usando a Bielorrusia como base para atacar a Ucrania.
En una reunión con Lukashenko el viernes, Putin declaró que la construcción de instalaciones para las armas será completada para el 7-8 de julio, y que las armas serán instaladas en Bielorrusia poco después.
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