Putin presentó el 24 de mayo a la Duma de Estado el proyecto de ley sobre el fin de este Tratado, firmado con Ucrania el 24 de diciembre de 2003.
El documento suscrito en 2003 no decía nada sobre la delimitación de los espacios acuáticos, se suponía que, de surgir tal necesidad, se suscribiría un convenio especial sobre la delimitación de la frontera marítima.
Tras la liberación de varios territorios de la república popular de Donetsk y de las provincias de Zaporozhie y Jersón durante la operación militar especial de Rusia, Ucrania de hecho perdió la salida al mar de Azov. En mayo de 2022, las autoridades ucranianas anunciaron el cierre provisional de cuatro puertos de los mares Negro y de Azov —los de Mariúpol, Berdiansk, Jersón y Skadovsk— por la imposibilidad de garantizar la prestación de servicios a los barcos.
El mar de Azov se encuentra al noreste de la península de Crimea y se comunica con el mar Negro a través del estrecho de Kerch. La península de Crimea se escindió de Ucrania y se reincorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referendo en el que la mayoría aplastante de los votantes —más del 96%— avaló esa opción, en respuesta al cambio violento de Gobierno en Kiev. Pero Ucrania sigue considerando a Crimea como territorio provisionalmente ocupado, contando en este asunto con el apoyo de muchos países de Occidente.
Moscú ha declarado en repetidas ocasiones que los habitantes de Crimea, de manera democrática y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, votaron a favor de la reunificación con Rusia. Según el presidente Vladímir Putin, el tema de Crimea "está cerrado definitivamente".
Tras los referendos celebrados en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y las provincias de Zaporozhie y Jersón, Putin firmó, el 30 de septiembre de 2022 con sus dirigentes, tratados sobre la adhesión de estos territorios a Rusia, y el 5 de octubre, las leyes federales que ratifican su admisión en la Federación de Rusia.
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