"Seguir planteando la idea, [de la admisión de Ucrania en la OTAN], tiene consecuencias negativas inmediatas", escribió el exfuncionario en un artículo para Responsible Statecraft, explicando que esto podría desembocar en una guerra a gran escala con Rusia.
Es esta lógica, según él, la que está "frenando" los esfuerzos de algunos países por aceptar a Ucrania, a pesar de las peticiones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de un compromiso moral, político y estratégico para ayudar a su país.
"Ucrania no entrará en la OTAN, ni ahora, ni probablemente nunca", aseveró Hunter.
Lo calificó de "un hecho básico", al menos por una razón: la adhesión a la OTAN requiere el consenso de los 31 miembros actuales del bloque, pero algunos —entre ellos Francia y Alemania— declaran que nunca lo aceptarán.
"Por tanto, lo más sensato es que EEUU, a partir de la inminente cumbre de la OTAN que se celebrará en Vilna en julio, empiece a dar marcha atrás —o al menos, a contemporizar claramente— en el compromiso de incorporar a Ucrania a la OTAN", destacó.
Además, prosiguió, "deberíamos empezar a debatir tranquilamente con los aliados las aspiraciones de seguridad para Europa en la posguerra" y a perfilar las posibilidades de negociación para poner fin al conflicto en torno a Ucrania.
A finales de septiembre de 2022, Zelenski presentó una solicitud de Kiev de ingreso en la OTAN de forma acelerada. Más tarde, el consejero de seguridad nacional de EEUU, Jake Sullivan, señaló que la admisión de Ucrania es actualmente inoportuna.
Por su parte, desde el Ministerio de Exteriores ucraniano insisten en que Kiev no se conformaría con ninguna decisión de la cumbre de la OTAN en Vilna, que no fuera una invitación a ingresar en la alianza.
Moscú ha declarado en más de una ocasión que la OTAN es un bloque que está en busca de confrontación. En abril de 2022, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que la expansión de la Alianza no garantizará una mayor seguridad a Europa.
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