Según datos del Departamento del Tesoro de EEUU, publicados el viernes, la deuda nacional superó los 32 billones de dólares por primera vez en la historia del país norteamericano. Este acontecimiento llega apenas semanas después de que el Congreso haya alcanzado un acuerdo para no entrar en suspensión de pagos.
“Tuvimos suerte de evitar un impago por el techo de la deuda, pero el problema más amplio es que seguimos ignorando la creciente deuda en sí. A medida que superamos los 32 billones de dólares sin un final a la vista, ya es hora de abordar los factores fundamentales de nuestra deuda, que son el crecimiento obligatorio del gasto y la falta de ingresos suficientes para financiarlo”, manifestó Michael A. Peterson, director ejecutivo de la fundación Peter G. Peterson, una organización sin ánimo de lucro centrada en cuestiones fiscales.
Asimismo, esta fundación pronosticó que, en los próximos 30 años, la deuda estadounidense llegaría a los “127 billones de dólares” y agregó que, en 2053, el Gobierno se vería obligado a gastar el 40 % de todos los ingresos federales en pagar intereses.
El presidente de EEUU, Joe Biden firmó el 3 de junio un acuerdo para no entrar en suspensión de pagos. Sin embargo, dicho acuerdo plantea desafíos para la administración y el crecimiento de la deuda en el futuro hará que se limiten cada vez más lo que el Gobierno puede hacer para satisfacer las necesidades de su pueblo.
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