Informes británicos afirman que las sanciones occidentales están restringiendo la fabricación de los modernos carros de combate T-90M y T-14 Armata.
Rusia está volcando su economía hacia la producción bélica para satisfacer las crecientes necesidades en la guerra de Ucrania tras las ingentes derrotas sufridas en el campo de batalla. Un informe reciente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) revela que las Fuerzas Armadas rusas han perdido entre 1.845 y 3.511 tanques en el frente. Pese a todo, la misma fuente señala que Moscú dispondría de 5.000 tanques en reserva, de los cuales unos 700 son los modernos T-90 y T-80 y unos dos mil T-72.
Pese a las sanciones europeas y estadounidenses contra la economía rusa, su industria militar apenas se ha resentido, según sostienen las autoridades. El último portavoz en pronunciarse al respecto ha sido el ex presidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvedev, quien ha dicho que la industria armamentística rusa ha logrado fabricar más de 600 tanques en lo que va de año, alcanzando así un nivel de producción que hace un tiempo a Rusia le hubiera parecido "fantástico". "Todavía queda trabajo que hacer, pero si tienes en cuenta las cosas más importantes: proyectiles, artillería de cañón, carros de combate, entonces estos números son muy impresionantes".
Medvedev ha afirmado que las Fuerzas Armadas del país se han reforzado con más de 134.000 reclutas en lo que va de año. "Del 1 de enero al 31 de mayo, más de 134.000 personas han sido aceptadas en las filas de las Fuerzas Armadas", ha manifestado Medvedev, hombre de confianza del actual presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La información que manejan los servicios de inteligencia británicos y estadounidenses dibujan otro escenario bien distinto. Según el CSIS, la capacidad en UralVagonZavod, el principal fabricante de tanques ruso, es de solo 20 tanques por mes. La restricción por las sanciones de componentes electrónicos y otros tradicionalmente importantes que Rusia importaba de Occidente ha sido un golpe muy duro, especialmente las referidas a los sistemas ópticos (que compraba sobre todo a Francia) y rodamientos de bolas. Solo en 2020 adquirió rodamientos por valor de 419 millones de dólares, de los cuales el 55 % provino de Europa y EEUU.
Esta situación ha hecho que Moscú rescate sus tanques más antiguos, muchos de la era soviética fabricados décadas antes de que comenzara el programa de modernización militar de Rusia en 2011. Estos modelos son el T-55, T-62 y T-64, que parecen haber mejorado según las fotografías difundidas y analizadas por observadores militares.
Por lo tanto, en lugar de fabricar T-72B3, el T-90M, el T-80BVM y el más avanzado T-14 Armata es probable que Rusia esté actualizando y modernizando en gran medida los tanques más antiguos de la era de la Guerra Fría para llevarlos a Ucrania.
Dos casos concretos que señala Eurasian Times es la modernización a medias es la del T-80BVM MBT con la mira de artillero óptico 1G42 más antigua y los tanques T-72B3M con la mira menos sofisticada 1PN96MT-02 en lugar de la Sosna-U de gama alta.
Rusia sostiene que su industria militar ha producido 600 tanques en lo que va de año (larazon.es)
Medvedev ha afirmado que las Fuerzas Armadas del país se han reforzado con más de 134.000 reclutas en lo que va de año. "Del 1 de enero al 31 de mayo, más de 134.000 personas han sido aceptadas en las filas de las Fuerzas Armadas", ha manifestado Medvedev, hombre de confianza del actual presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La información que manejan los servicios de inteligencia británicos y estadounidenses dibujan otro escenario bien distinto. Según el CSIS, la capacidad en UralVagonZavod, el principal fabricante de tanques ruso, es de solo 20 tanques por mes. La restricción por las sanciones de componentes electrónicos y otros tradicionalmente importantes que Rusia importaba de Occidente ha sido un golpe muy duro, especialmente las referidas a los sistemas ópticos (que compraba sobre todo a Francia) y rodamientos de bolas. Solo en 2020 adquirió rodamientos por valor de 419 millones de dólares, de los cuales el 55 % provino de Europa y EEUU.
Esta situación ha hecho que Moscú rescate sus tanques más antiguos, muchos de la era soviética fabricados décadas antes de que comenzara el programa de modernización militar de Rusia en 2011. Estos modelos son el T-55, T-62 y T-64, que parecen haber mejorado según las fotografías difundidas y analizadas por observadores militares.
Por lo tanto, en lugar de fabricar T-72B3, el T-90M, el T-80BVM y el más avanzado T-14 Armata es probable que Rusia esté actualizando y modernizando en gran medida los tanques más antiguos de la era de la Guerra Fría para llevarlos a Ucrania.
Dos casos concretos que señala Eurasian Times es la modernización a medias es la del T-80BVM MBT con la mira de artillero óptico 1G42 más antigua y los tanques T-72B3M con la mira menos sofisticada 1PN96MT-02 en lugar de la Sosna-U de gama alta.
Rusia sostiene que su industria militar ha producido 600 tanques en lo que va de año (larazon.es)
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