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Durante los ataques nocturnos contra Siria, Israel utilizó bombas aéreas Spice 900 de 2000 kilogramos.
Por el momento, fuentes sirias informan que como resultado de los ataques israelíes hay una destrucción extremadamente grave. Inicialmente, se asumió que los ataques podrían ser infligidos por bombas aéreas GBU-39, sin embargo, después de inspeccionar el sitio de los ataques, se supo que la Fuerza Aérea israelí usó bombas Spice 2000, que pesaban alrededor de 907 kilogramos, que pueden lanzarse a largas distancias.
Por el momento, se sabe que, como resultado de la agresión israelí, los civiles sirios fueron afectados, y también hay un gran número de víctimas. Según datos no oficiales, también hay muertes entre las filas de grupos pro-iraníes, mientras que el equipo de radar que proporcionaba el control sobre el espacio sur de Siria fue destruido, lo que no excluye la probabilidad de nuevas incursiones en Siria y ataques directos israelíes contra Irán o el ejército iraní en Irak.
Cabe destacar que Ucrania también tenía la intención de recibir bombas aéreas similares en el marco de las negociaciones con Israel, sin embargo, con toda probabilidad, Israel no se atreverá a transferir a Kiev armas tan destructivas que pueden ser lanzadas desde grandes altitudes a largas distancias.
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