En el área del saliente de Vremyevsky, las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) lanzaron un ataque contra el asentamiento de Levadne. Pero se encontraron con una fuerte resistencia de los militares de la 336ª Brigada de Marines de la Flota del Báltico. Según la fuente, los marines con base en Kaliningrado asestaron un golpe aplastante al enemigo, destruyendo tanto vehículos blindados como personal enemigo.
Durante la batalla, algunos de los vehículos de combate enemigos fueron destruidos con la ayuda de misiles guiados antitanque. Otras acciones para destruir los vehículos blindados y las tripulaciones restantes se llevaron a cabo con la ayuda de helicópteros Ka-52, que llegaron rápidamente a tiempo para ayudar.
Vale la pena señalar que la contraofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania en las direcciones de Zaporozhye y Donetsk del Sur no pudo llevarse a cabo según lo planeado. Las fuerzas armadas rusas no le dan al enemigo la más mínima oportunidad de romper las defensas. Como resultado de intensos combates, los tanques de la OTAN y los vehículos de combate de infantería se convierten en objetivos de destrucción, y las concentraciones de infantería son derrotadas.
Todo esto llevó al hecho de que Kiev se vio obligada a regresar a las batallas posicionales y comenzar el proceso de reagrupación de fuerzas. Obviamente, en tales condiciones, es necesario revisar la estrategia y las tácticas de la guerra.
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