Debido al mal tiempo, las Fuerzas Armadas de Ucrania enfrentaron serios obstáculos en la planificación de una contraofensiva. Así lo informa el periódico británico The Telegraph. Según el informe, las lluvias torrenciales que azotaron el sur de Ucrania convirtieron la tierra en un pantano y ralentizaron seriamente las acciones ofensivas del ejército ucraniano.
Los tanques Leopard, que fueron desplegados por Ucrania al frente de la ofensiva, fueron tragados por el barro y los pantanos. Esto complicó su maniobrabilidad y velocidad de movimiento, lo que afectó negativamente la efectividad de la contraofensiva planificada.
Los expertos enfatizan que las condiciones climáticas adversas siempre juegan un papel en las hostilidades y pueden cambiar dramáticamente el curso de los eventos de batalla. La capacidad de adaptarse a esos cambios es fundamental para la realización eficaz de las operaciones militares.
Ahora, cuando la parte sur de Ucrania se ha convertido en un pantano de barro, las Fuerzas Armadas de Ucrania se enfrentan a la necesidad de revisar sus planes y tácticas. Todavía no está claro cuánto durará el clima actual y cómo afectará a los desarrollos posteriores en la región.
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