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jueves, 27 de abril de 2023

Las chapuzas de la Royal Navy: su principal portaaviones, en el dique seco con solo tres años en servicio, "un depósito de chatarra"

Mientras se repara el HMS Prince of Wales, cuyo coste ascendió a 3.600 millones, estarían usando sus piezas para ponérselas a su buque gemelo, el HMS Queen Elizabeth.

 

Si por algo nos caracterizamos los españoles es por la dureza con la que nos juzgamos a nosotros mismos y esa tendencia a pensar que todo lo de fuera es mejor. Sin embargo, algunas veces solo hay que mirar un poco más allá para darnos cuenta de que nada más lejos de la realidad. Así, Reino Unido, una de las grandes potencias militares, no atraviesa uno de sus mejores momentos. Un investigador del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) advertía hace un par de meses en un artículo dirigido a la comunidad militar que el país corre el riesgo de perder su posición preponderante en la OTAN y en Europa si no se apuesta por un aumento del presupuesto en defensa. Ben Barry, que fue director del Estado Mayor del Ejército Británico y participó en el pasado en misiones de la OTAN en Bosnia, aseguraba en su artículo que el ejército "es el menos modernizado de los servicios británicos".

También se hacía eco de las declaraciones de un general de Estados Unidos que le había dicho recientemente al ministro de Defensa británico, Ben Wallace, que "ya no veía como una fuerza de combate de primer nivel" a Reino Unido por los continuos recortes en este sector. Fuentes de defensa revelaron que el primer ministro británico, Rishi Sunak, corre el riesgo de fracasar en su papel como "primer ministro en tiempos de guerra" a menos que tome medidas urgentes dada la creciente amenaza a la seguridad que representa la Rusia de Vladimir Putin.

Un claro ejemplo es el de los dos portaaviones con que cuenta Reino Unido. Oficialmente, la Royal Navy, la Marina Real británica, sigue teniendo dos, el HMS Queen Elizabeth y su gemelo HMS Prince of Wales, lo que la convierte en una de las pocas con más de un buque de este tipo. Sin embargo, en la práctica, solo uno de esos buques está activo, el HMS Queen Elizabeth. El otro, el HMS Prince of Wales, el más grande de la Marina británica y el más caro de su historia, se encuentra en el dique seco desde el pasado mes de agosto. Un día antes de partir para participar en un ejercicio naval sufría un fallo mecánico, pese a que llevaba menos de tres años en activo, pues entró en servicio el 10 de diciembre de 2019.

La Royal Navy ha explicado que el portaaviones más joven de la Armada británica sufrió un daño en el sistema de propulsión. Las autoridades han asegurado que una conexión en el eje de transmisión de estribor que une los motores principales del portaaviones con las hélices falló, provocando daños importantes en el sistema de propulsión.

Desde que el portaaviones regresó a la Base Naval de Portsmouth a principios de septiembre, los ingenieros del barco han estado trabajando con buzos y expertos arquitectos e ingenieros navales de Babcock, que administran el astillero en Rosyth (Escocia), y la organización de apoyo y equipo de defensa del Ministerio de Defensa para determinar qué es necesario para que el HMS Prince of Wales vuelva a funcionar.

Sin embargo, el alcance y el calendario de las reparaciones no se conocerán por completo hasta que el barco esté en dique seco y los ingenieros lo hayan inspeccionado minuciosamente, pero el objetivo es devolver al HMS Prince of Wales a las operaciones de primera línea de la manera más rápida y segura. como sea posible. En cualquier caso, la enorme hélice de estribor de 33 toneladas fue retirada antes de su viaje al astillero donde será reparado. Los gastos de reparación se estiman en unos 25 millones de libras.

Sin embargo, medios británicos destapaban estos días el hecho de que el HMS Prince of Wales, cuyo coste ascendió a 3.200 millones de libras esterlinas (cerca de 3.618 millones de euros), se ha reducido a actuar como un depósito de chatarra. Se estarían quitando piezas esenciales del equipo del buque de guerra dañado, un movimiento que plantea dudas sobre su futuro a largo plazo. Según el Daily Mail, los altos mandos de la Marina han comenzado a desmontar el portaaviones, un proceso conocido como "canibalización", que hará que el HMS Prince of Wales no funcione durante mucho más tiempo. Se han eliminado las cadenas de elevación, que permiten elevar los aviones de combate desde debajo de la cubierta, los sistemas eléctricos y secciones de las turbinas de gas del barco.

Estas piezas, sin las cuales no puede funcionar a pleno rendimiento, se están instalando en su barco gemelo, el HMS Queen Elizabeth, como reemplazo de piezas envejecidas o que no funcionan correctamente.

Y lo que es peor, según informaba en exclusiva el Mail on Sunday, la hélice de babor también presentaría el mismo problema que su gemela de estribor, y tendrá que ser reemplazada. Se espera que el HMS Prince of Wales, pase al menos un año en el muelle debido a la carga de trabajo adicional.

Según fuentes internas, la Marina también está gastando millones en bombas de combustible de reemplazo para ambos portaaviones. Además, una fuente de la Marina informó de que todo "es un desastre tras otro. Perder ambas hélices tan pronto en su vida útil es ridículo. Como está fuera de acción, inevitablemente sus partes buenas se están despojando para apoyar al HMS Queen Elizabeth".

La decisión de construir dos portaaviones, cuyo coste ascendió a unos 7.200 millones de eruos, está ahora siendo cuestionada dentro de un Ministerio de Defensa con graves problemas de liquidez.

Las chapuzas de la Royal Navy: su principal portaaviones, en el dique seco con solo tres años en servicio, "un depósito de chatarra" (larazon.es)

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