En el marco de la Conferencia Mundial sobre Multipolaridad, celebrada este sábado en formato digital, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, ha dicho en un videomensaje que los esfuerzos de Washington y sus aliados han fracasado en revertir el curso de la historia y obligar a la comunidad internacional a vivir según su inventado ‘orden basado en normas’.
Al desarrollar su postura, ha mencionado al “fracaso total del Occidente en aislar a Rusia”, agregando que es necesario que todos reconozcan la irreversibilidad de un orden mundial policéntrico más equitativo.
También, ha indicado que es de interés común garantizar que la arquitectura multipolar no se base en un “equilibrio del miedo”, sino en un “equilibrio de intereses”, en normas de derecho internacional universalmente reconocidas y en un diálogo mutuamente respetuoso entre las distintas civilizaciones, religiones y culturas.
En el mismo contexto, Lavrov ha recalcado que su país se mantiene a la vanguardia de los esfuerzos internacionales para reforzar los principios multipolares, jurídicos y democráticos de la comunicación interestatal.
Subrayando que la mayor parte del mundo, en la que vive cerca del 85 % de la población global, no quiere hacer el trabajo sucio por otros, el titular ruso ha afirmado que muchas naciones se niegan a seguir siendo “rehenes de juegos geopolíticos ajenos” o “ejecutores de la voluntad ajena”.
En este sentido, al denunciar la política intervencionista de EE.UU. en asuntos internos de otros países, Lavrov ha señalado que los países buscan guiarse por sus propios intereses nacionales y aplicar políticas independientes tanto en los asuntos internos como en los externos.
A principios de este año, Lavrov acusó a Washington de presionar a los de sus aliados para que se “desvincularan” de China. El viernes, el presidente Vladímir Putin también denunció lo que calificó como la “agresión económica” que está practicando el Occidente” contra Rusia.
Occidente, encabezado por Washington, ha estado imponiendo numerosas rondas de sanciones contra Rusia desde el inicio de la operación militar rusa en el pasado febrero en los territorios ucranianos.
Moscú ha denunciado en reiteradas ocasiones que tanto las restricciones como el incesante suministro armamentístico de Ucrania por parte de Occidente como medidas contraproducentes que solo prolongarían el conflicto.
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