"Proponemos a la directora general de la Unesco visitar también el Monasterio de las Cuevas, del cual el régimen de [el presidente de Ucrania] Volodímir Zelenski expulsa a los monjes de la Iglesia ortodoxa ucraniana, así como ver un video de la quema del Corán por los efectivos ucranianos en vísperas del mes sagrado del Ramadán", publicó la representación en su canal de Telegram.
Según el comunicado, al hacerlo Azoulay tendrá una posibilidad de ver "quién amenaza al patrimonio histórico y la cultura de Ucrania al obstaculizar la realización de los derechos fundamentales de los creyentes y al incitar al odio en el país multinacional y multiconfesional".
Asimismo la nota cuestiona si durante su visita a Kiev, Azoulay planteó una cuestión con los representantes de Ucrania de una violación flagrante de los derechos de los ciudadanos a libertad de pensamiento, conciencia y religión.
La representación rusa, continúa el texto, espera que la directora general de la Unesco exija de Kiev cumplir plenamente las obligaciones internacionales asumidas.
El pasado 10 de marzo, el museo estatal ucraniano, que ocupa una parte de los edificios del Monasterio de las Cuevas de Kiev, exigió que los monjes de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica, supeditada al Patriarcado de Moscú, abandonaran sus inmuebles antes del 29 de marzo.
Anteriormente, se informó que un grupo de trabajo que asesora al Gobierno de Ucrania en materia de asociaciones religiosas llegó a la conclusión de que el monasterio infringió ciertas cláusulas del contrato sobre el uso de la propiedad estatal, pero los detalles de las violaciones no se revelan.
El metropolitano, por su parte, aseguró entonces que no puede haber ningún compromiso, y los monjes se mantendrán en su morada hasta el final. También dijo que la ruptura del contrato de arrendamiento de los edificios solo se puede realizar mediante una decisión judicial, y ante el Tribunal Económico de Kiev ya fue presentada una demanda.
En el Monasterio de las Cuevas viven más de 200 monjes y novicios, cientos de futuros sacerdotes, estudiantes de la Academia Teológica de Kiev y del seminario.
También alberga el centro de control de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica y la residencia de su primado, el Metropolitano de Kiev y toda Ucrania, Onufri.
El Sínodo de esa congregación publicó el pasado 20 de marzo un llamado al presidente de Ucrania en el que pidió hacer lo posible para que los monjes continuaran en el Monasterio de las Cuevas. Los obispos, encabezados por Onufri, fueron a la residencia del líder ucraniano para transmitirle la opinión de los creyentes, pero nadie les hizo caso.
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