El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció la noche del jueves a través de un comunicado la derrota de las fuerzas armadas de Ucrania en su último ataque contra las tropas rusas.
Al respecto, subrayó que las fuerzas ucranianas intentaron una vez más romper la defensa rusa en la región de Zaporiyia lanzando una ofensiva desde cuatro direcciones, pero los efectivos rusos detuvieron este ataque realizando operaciones preventivas.
“El enemigo fue identificado por fuerzas de reconocimiento y mediante ataques preventivos de artillería, armas antitanques y aéreas”, agregó.
El titular ruso precisó que las fuerzas de Kiev se vieron obligadas a retirarse con numerosas bajas, e informó que el Ejército ucraniano perdió 30 tanques, 11 vehículos blindados de transporte de personal y casi 1000 efectivos en este ataque.
“Las fuerzas enemigas, que fueron especialmente entrenadas para llevar a cabo una operación exitosa, no cumplieron con su misión”, celebró.
Si bien los expertos militares dicen que la contraofensiva de Ucrania no parece cambiar los cálculos de Rusia en la guerra, los funcionarios de Kiev afirman que la operación les brindará la victoria necesaria para unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Desde hace unos meses, Ucrania ha afirmado que planea usar tanques, vehículos blindados y otras armas donadas por Occidente para lanzar una contraofensiva y recuperar algunas de las tierras capturadas por Rusia.
Ucrania, según Moscú, solo es una herramienta en manos de países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, que no paralizan los envíos de armas a Kiev. Sin embargo, asegura que Rusia defiende a su población y a su territorio, pues tiene la confianza de la victoria ante los neo nazistas.
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